Antonio Ríos Ramírez
La semana pasada
escuchaba a un ejecutivo decir que tenemos menos migración al país vecino
porque ahora en nuestro país existen “más y mejores oportunidades de trabajo”.
La inferencia expresada definitivamente no tiene sustento ni estadístico, ni
científico, ni realista.
Sabemos que el país
vecino tiene grandes problemas económicos y además, los estados del sur han
endurecido fuertemente, y como nunca en la historia, la entrada de paisanos.
Pero nuestro país sigue
teniendo gran déficit de oportunidades de trabajo para los ciudadanos,
principalmente aquellos que tienen algún grado de estudios y buscan con ello,
la obtención de un mejor empleo. Las Universidades siguen “produciendo”
profesionistas de calidad cuestionada y sin el análisis del futuro de sus
egresados. Así, a lo largo y ancho del país , podemos ver un gran número de
profesionistas subempleados o sin empleo, por su mala preparación o la falta de
sensibilidad de las universidades para “detectar” oportunidades en los sectores
de la sociedad. Vemos miles de profesionistas “frustrados” de una ilusión que
se crearon cuando “decidieron” avanzar a estudiar una profesión.
Los Gobiernos no han
podido, o no han sabido, o no han entendido, el desarrollo basado en el talento
humano. No existe un “empate” entre las
carreras universitarias o técnicas, y las necesidades de un país o una región.
Vemos a regiones con cientos de egresados universitarios, que no encuentran
trabajo, y con gran déficit de técnicos especializados.
Los sectores de trabajo,
están “detectando” que los egresados de las Universidades no están terminando
con las “competencias” necesarias a los tiempos actuales. Y los mismos jóvenes
no están “detectando” la oportunidad de
estudiar una profesión o una carrera técnica, principalmente porque “no le ven
la utilidad” y algunos hasta lo consideran “una pérdida de tiempo”.
Así se escucha, “para que estudio, si voy a ganar lo mismo o
más sin estudiar”.
El desarrollo y
crecimiento del ser humano esta siendo “ligado” solo al aspecto económico y se
ha olvidado inculcar, desde la familia y las escuelas, el crecimiento como
persona y como parte de una sociedad.
La calidad de la
educación y de los profesores han impactado en la “desmotivación” de los
estudiantes a educarse, por lo que optan por “caminos más fáciles” y solo en
busca lo material, enseñanza que día a día los padres de familia y sociedad
hemos “inculcado” a los jóvenes (¿para que estudio?, para ganar dinero).
Es momento de hacer un
alto en el camino y reconocer que la forma de enseñar, los planes de estudio y
las carreras profesionales, en su gran mayoría, son obsoletas.
Un ejemplo de ello es India, donde hace mas de veinte años
reconoció que más del 25% de las carreras que se impartían en las Universidades
eran prácticamente inútiles, en función de las estructuras sociales y
económicas del país. De allí realizaron un profundo análisis y en menos de dos
años, crearon nuevas licenciaturas acorde con las necesidades del país.
Ahora, gracias a esa “revolución educativa”, India crece
aceleradamente.
Otros países están
creando y definiendo planes de estudio para un mundo cambiante que responda
fomentar principalmente; el desarrollo intelectual, el conocimiento cultural
amplio y el entendimiento en las diferentes razas humanas.
Con los avances
tecnológicos y los nuevos ambientes de aprendizaje se abre la posibilidad de
desarrollar actividades que antes no eran posibles sin contar con un titulo
profesional o un posgrado. Y de aquí surgen preguntas como:
¿Cómo debemos formar a
las nuevas generaciones?
¿Debemos de seguir
ofreciendo cursos que rápidamente se vuelvan obsoletos? ¿Se pueden acelerar los
procesos formativos?
¿Son las carreras y su
currícula una respuesta a las necesidades de la sociedad?
Para responder a estas
preguntas se requiere la participación de los diferentes actores como las
universidades, los empleadores de los diferentes sectores y, pues ni modo, el
gobierno.
El crecimiento de un país
y su gente están en su educación y formación; para ello requerimos de
instituciones flexibles, dinámicas y de autocorrección rápida, regresando a la
esencia de las universidades en cuanto a la tarea de creación intelectual para
una mejor sociedad, preparando para los retos de trabajos existentes o creando
nuevos trabajos.
Dr.
Antonio Ríos Ramírez
Director de Investigación y Desarrollo
Director de Investigación y Desarrollo
Dean of Research & Development
Tec de Monterrey, Campus Chihuahua
Tec de Monterrey, Campus Chihuahua
Profesor de la materia “Estrategia de
operaciones” del Executive MBA Presencial
Currículum completo: http://goo.gl/d1fPO